
Fotografías: Secretaría General U. de Granada.
Científicos afirman que las artes escénicas influyen positivamente sobre la salud física y emocional
Un estudio pionero realizado por investigadores de la Universidad de Granada…
Un pionero estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada (UGR), España, pertenecientes al Departamento de Educación Física y Deportiva y en colaboración con la compañía de circo contemporáneo Zen del Sur, demuestra (científicamente) que las artes escénicas influyen positivamente sobre el estado de ánimo y la autoestima del espectador. El trabajo sugiere que este tipo de espectáculos tienen una enorme repercusión positiva sobre la calidad de vida de las personas.
Del mismo modo, el estudio revela que las artes escénicas pueden ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares y emocionales al ser incluidas como un hábito de vida: «no sólo como forma de ocio y de entretenimiento, sino también como una herramienta que contribuye al bienestar y la gestión emocional, y al desarrollo de las habilidades comunicativas a través del uso del lenguaje corporal y sus recursos expresivos, a diferencia de otras actividades como el ocio digital o las redes sociales», han explicado Carlos López Aragón( bailarín y músico de Zen del Sur) y Belén Rueda Villén -autores de esta investigación- a los medios de comunicación.
Para el desarrollo de la investigación estos científicos granadinos realizaron un experimento con alumnos del Departamento Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la UGR; quienes asistieron como espectadores a varias representaciones de música y danza a cargo de la compañía Zen del Sur (pionera en España por aunar arte y ciencia) mientras les fueron registradas -mediante pulsómetros- la frecuencia cardíaca (Fc), además, de que les fueron aplicados una serie de test a objeto de medir el estado de ánimo experimentado durante el transcurso de la función.
De tal modo que los resultados demostraron que los sujetos re-accionaron fisiológica y emocionalmente a las diferentes escenas del espectáculo, incrementándose -por ejemplo- su Fc en los momentos de mayor tensión de los bailarines-acróbatas y reduciéndose en aquellos momentos donde la música y los movimientos de los artistas se ejecutaban a una intensidad suave y de tempo lento.
Asimismo, los resultados evidenciaron diferencias significativas respecto de la autoestima (,046) y sobre el factor Tensión (,058) y Fatiga (,000) del Perfil de Estados de Ánimo (POMS) de los participantes; es decir, se produjo -en la muestra- una reducción en estas dos variables emocionales que se corresponde con un descenso de la Fc en fragmentos temporales concretos de la obra y responde a la intención narrativa de los artistas.
Por último, las emociones y sensaciones más experimentadas y anotadas por los participantes tras finalizar la experimentación fueron de alegría, tranquilidad, relajación y motivación.
“Nuestro trabajo ha confirmado que existe una correlación directa entre el impacto emocional y el fisiológico, es decir, entre lo que los espectadores afirmaban haber sentido de forma subjetiva al presenciar el espectáculo (independientemente de que éste les gustara o no) y lo que la medida objetiva de su frecuencia cardíaca nos indica», señalaron López y Rueda.
Finalmente, López y Rueda, señalaron estar convencidos -al menos- de que «es posible modificar el estado de ánimo del espectador mediante la danza y la música, y de que el contacto con este tipo de actividades artísticas puede incidir positivamente sobre la salud. Este es un recurso que la Ciencia debe aprovechar para elaborar programas de intervención que ayuden a mejorar la calidad de vida de las personas”.
