
«El Público»: el manifiesto gay de Lorca. Entrevista a Àlex Rigola e Irene Escolar
Entrevista a Àlex Rigola con motivo de la obra «El Público»…
«Sólo hay un público que hemos podido comprobar que no nos es adicto: el intermedio, la burguesía frívola y materializada […] Lo grave es que las gentes que van al teatro no quieren que se le haga pensar sobre ningún tema moral. Además, van al teatro como a disgusto. Llegan tarde, se van antes de que termine la obra, entran y salen sin respeto alguno»
Federico García Lorca, (Obras completas 1972)
La interesante conversación de Irene Escolar y Àlex Rigola sobre el último montaje de una de la obras menos conocidas, menos representadas y, al mismo tiempo, más difíciles del malogrado poeta granadino, Federico García Lorca: El Público.
La obra -en versión Rigola- se está dando en sus últimas siete funciones en el Teatro de La Abadía de (Alcalá de Hanares) Madrid, para trasladarse a partir del 17 de diciembre al Teatro Nacional de Catalunya, Barcelona; y, seguramente, luego de lo cual girará por algunos escenarios del mundo, como acostumbran a hacer los exitosos espectaculos de este importante director catalán.
Se trata genuinamente del manifiesto teatral de Lorca que fue escrita por el malogrado vate granadino hacia 1930 y que no se estrenó sino hasta 56 años más tarde. Se supone que (Lorca) redactó las primeras ideas sobre el texto durante su estancia en Nueva York en 1929, pero sin lugar a duda la mayor parte del texto fue escrito durante su estancia en Cuba un año más, tanto en casa de los hermanos Loynaz, así como en el hotel La Unión, en cuyos papeles rotulados redactó partes del texto. No obstante, la última página (del primer manuscrito) fue escrita a su regreso a Granada, el 22 de agosto de 1930.
En el tiempo, según algunos críticos, ha sido catalogada como una de las obras del teatro español más importante del siglo XX.
Se trata, en concreto, de una pieza de estética tanto surrealista como impresionista, que forma parte de la saga denominada el «teatro imposible» de Lorca, junto a dos más de sus obras tituladas Así que pasen cinco años y La comedia sin título., en donde se estremezclan con gran vertiginosidad -no menos desconcertante- un plano onírico y otro relativo a una supra realidad, la ‘realidad dramática’.
A nivel temático, la obra a la par que representa un manifiesto teatral lorquiano en toda regla, constituye una verdadera declaración de principios existenciales del poeta, relativos a los (reprimidos) deseos homosexuales y respecto del derecho a la libertad erótica. Lo cual representa, por lo demás, una verdadera novedad en el tardo primorriverista panorama de las letras españolas.
Al respecto Nicolás Balutet en Identidad homosexual y homofobia en El público de Lorca, ha señalado: «presentándose [la obra] como un viaje a través del yo profundo del Director, el personaje principal, la obra ofrece un panorama bastante completo de la problemática homosexual: la ‘elección’ amorosa que se explica aquí por la casualidad o el miedo a la castración, las diferentes facetas del deseo homosexual, la frustración de la paternidad y la homofobia de la sociedad católica».
De modo tal que, a través de la temática (homo)erótica -señala Baluart- se manifiesta y relaciona versátilmente una multiplicidad de personajes, que corresponden al desdoblamiento del binomio Director/Hombre -la pareja central- a través de los cuales Lorca despliega una (su) profunda reflexión en torno al tema de la identidad (homo)sexual en función de las nociones de masculinidad/femenidad y actividad/pasividad.
Finalmente, diremos, que la obra se presenta como un viaje a través del yo profundo del Director (teatral) -el protagonista de la obra- que, en definitiva, representa una completa y exhaustiva radiografía a la problemática homosexual.