La re significación (artística) de la protesta chilena

Desde un tiempo a la fecha el mundo parece estallar por los cuatro costados. La fuerza telúrica de los movimientos sociales parece, a ratos, dar la razón a la revolución planetaria que anunciaba el Che. A los estallidos de Haití, Ecuador, Bolivia, Irak, el Líbano y Colombia, el caso chileno parece ser uno de los más impactantes por la alegría e inventiva y creatividad

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Desde un tiempo a la fecha el mundo parece estallar por los cuatro costados. La fuerza (telúrica) de los movimientos sociales intenta, a ratos, dar la razón a la revolución planetaria que anunciaba el Che. En la saga de estallidos de Haití, Ecuador, Bolivia, Irak, el Líbano, Colombia, Hong Kong… el caso chileno parece ser uno de los más impactantes de todos, especialmente, por la inventiva y creatividad (expresivas) que manifiesta la gente en medio del horror de la durísima represión implementada por parte del tambaleante gobierno ultraderechista chileno.

En efecto, las redes se han hecho cargo de difundir este impresionante y sorprendentemente aspecto; son innumerables los ”números” que han venido a re-significar (estéticamente) la protesta social chilena al punto de, a través de la viralización, causar verdadero asombro al mundo entero.

Hemos visto la hermosa imagen de una bella bailarina clásica Catalina Duarte haciendo impactantes pasos de ballet con una bandera chilena en sus manos frente a las desvencijadas y apocalípticas tanquetas de las mal llamadas “fuerzas de orden”, Carabineros de Chile.

Asimismo, una infinita galería, que emerge siempre en medio de la dura represión, de murgas y batucadas, una pareja bailando un tango de fantasía, una orquesta clásica interpretando una de las más icónicas canciones de las luchas sociales procedentes de la revolución chilena liderada por el presidente Allende que hiciera célebre el conjunto chileno Quilapayún, “El Pueblo Unido”, un solitario violinista que emerge en el sur de Chile en medio de las bombas y el humo, etc, completa esta interesantísima muestra de arte (social) urbano contemporáneo; todo acompañado de un entorno procedents, por ejemplo, de la plástica (murales callejeros, esculturas vegetales, etc…).

‘El despertar’, fotografía artística de María Paz Morales con la bailarina Catalina Duarte delante de los carros de la policía en Santiago de Chile el 25 de octubre.
“El Violinista Solitario“ en las calles de Concepción en el sur de Chile.

Pero lo que más, lo más impactante ha sido, acaso, la espectacular performance “Un violador en tu camino” a cargo del colectivo Lastesis, un proyecto artístico de cuatro porteñas (de Valparaíso) que mediante música y teatro, buscan evidenciar la realidad femenina en un hiper-cuestionado contexto social chileno. Ello, con motivo de la celebración del Día Internacional de Eliminación de la Violencia Contra las Mujeres.

“Y la culpa no era mía ni donde estaba ni como vestía
el violador eres tú…

El patriarcado es un juez
que nos juzga por nacer
y nuestro castigo es la violencia
que ya ves…”

Con estas pegagosas y estridentes consignas un números grupo de mujeres al ritmo beat electrónico viralizaron un contundente mensaje feminista, casi instantáneamente por buena parte del mundo:

“La letra salió a partir de la investigación sobre el tema de las violaciones (…) Leímos textos del por qué de la violación y su vínculo social; en síntesis un resumen de las conclusiones sacadas de literatura feminista como la de la antropóloga Rita Segato”, señalaron recientemente a la prensa al ser consultadas.

Respecto del estallido social han señalado que “en el puerto (Valparaíso) la represión ha sido muy dura desde un principio, brutal. Y no hay protección contra la ciudad; la fuerza policial ha hecho lo que ha querido y ha destruido como ha querido (…) Sin embargo, también se ha dado reencontrarse con la gente que ha estado dividida; los espacios ahora se juntan, nos vemos y hay mucho de colaborar y cooperar”.

Finalmente, sentencian, “esto tiene que seguir hasta que cambien las cosas, porque si no, no habremos ganado nada”.

Por otra parte, cabe señalar que el movimiento social unido al componente expresivo-estético viene de lejos en Chile y su antecedente immediata se remonta a los años ’60 con la revolución chilena que llevó a la presidencia de la nación por primera vez en la historia de la humanidad a un marxista, Salvador Allende.

Un experimento político que llenó de asombro al mundo entero, muy especialmente por su inventiva y creatividad, y que significó, además, una verdadera revolución cultural con importantísimas figuras del teatro, la dansa, la plástica, la música como los grupos Inti Illimani, Quilapayún, los Parra y Víctor Jara, principalmente.

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