
Personalidades del Teatro Chileno. Pedro Orthous, un genio escénico del siglo XX
Por Remberto Latorre (desde Santiago de Chile). El más destacado director escénico chileno en el siglo XX. Nace en Santiago de Chile el 11 de diciembre de 1917. Estudia en el Instituto Nacional y luego cursa la asignatura de Castellano en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. En 1935 se vincula al grupo de teatro que lidera Pedro de la Barra y en 1941 cofunda el Teatro Experimental de la Universidad de Chile. En 1946 dirige por primera vez y con éxito, la obra Así es… sí os parece de Luigi Pirandello. A fines de ese año viaja a París, becado por el gobierno francés y se inscribe en el Conservatorio de Arte Dramático, donde aprende del destacado director galo Georges Le Roy…
Por Remberto Latorre* (desde Santiago de Chile)
Pedro Orthous, es el más destacado director escénico chileno del siglo XX. Nace en Santiago de Chile el 11 de diciembre de 1917. Estudia en el Instituto Nacional y luego cursa la carrera de Castellano en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile. En 1935 se vincula al grupo de teatro que lidera Pedro de la Barra y en 1941 cofunda el Teatro Experimental de la Universidad de Chile. En 1946 dirige por primera vez y con éxito, la obra Así es… sí os parece de Luigi Pirandello. A fines de ese año viaja a París, becado por el gobierno francés y se inscribe en el Conservatorio de Arte Dramático, donde aprende del destacado director galo Georges Le Roy.
El embajador Joaquín Fernández consigue que el gobierno chileno lo nombre agregado cultural ad honorem de la sede diplomática en Francia hasta que regresa al país en 1948. Ya en Chile, se concentra en la dirección y escenifica obras, a menudo de gran espectáculo, en lo que es maestro. Ejemplo de ello es Fuenteovejuna de Lope de Vega, de estreno en 1852 en el Teatro Municipal de Santiago. Su imagen fotográfica de acoso del pueblo de Fuenteovejuna al Comendador se ha convertido en el emblema del Teatro Experimental y de la institución teatral de la Universidad de Chile, según sus diversas denominaciones siguientes.
Simultáneamente se dedica a la docencia, hace crítica cinematográfica y dirige la revista Nuevas Selecciones. En 1952 viaja a Pekín, China como delegado a la Conferencia por la Paz. El año 1967 trabaja estrechamente con el poeta Pablo Neruda en Fulgor y muerte de Joaquín Murieta. La cantata dramática los obliga a reunirse durante seis meses, todos los fines de semana, en Isla Negra, residencia de Neruda, hasta transformar el poema en obra de teatro, la única del bate en el género.
El nombre de Orthous se liga a dos eventos curiosos y polémicos del teatro chileno. En 1959, en plena función de preestreno de Macbeth, obra difícil y fundamental de William Shakespeare, estando el Presidente de la República, Jorge Alessandri, en primera fila, la escenografía falló y los tramoyistas debieron cortar las cuerdas de las cuales pendía una mesa, la que cayó estrepitosamente sobre el escenario con el riesgo que supuso para la integridad de los actores. Según se supo, el sistema de poleas y cuerdas, que hacían descender este elemento de utilería en la escena del banquete, fue saboteado, tras un apagón, por algún integrante del elenco en protesta porque el Teatro Experimental pasaba a denominarse Instituto del Teatro de la Universidad de Chile (ITUCH).
Diez años más tarde, el estreno la obra chilena El evangelio según san Jaime (1969) de Jaime Silva, espectáculo de características folclóricas, fue duramente cuestionado por su contenido llegando a ser considerado por el entonces arzobispo de Santiago, Raúl Silva Henríquez, como «una franca agresión a la Iglesia Católica»; durante las funciones del controvertido montaje hubo todo tipo de manifestaciones por parte de algunos asistentes, lo que a la postre contribuyó a garantizar el éxito seguro del mismo.
En la década de los años sesenta crea con Teresa Orrego, profesora teatral y directora de obras, una academia particular de formación de actores. En 1971, junto a María Cánepa, funda el Teatro del Nuevo Extremo, que, con la participación de jóvenes egresados de la Universidad de Chile montaron obras itinerantes para trabajadores y pobladores, cuyas actividades duraron hasta el golpe de Estado que termina con el gobierno de la Unidad Popular (1970-1973).
Maestro educador y creador genial, prolifero y versátil. Orthous abarcaba todos los ámbitos propios de lo teatral: actor, director artístico, diseñador de vestuario, profesor de actuación, dirección e historia del traje y el mueble, curso para diseñadores. Artista, inteligente, disciplinado, muy culto, cercano a la gente, su capacidad de trabajo era inagotable. Según opiniones, dirigía con férrea voluntad, a veces con neurosis agresiva, que se imponía sobre su encanto personal. Buen traductor de obras en otros idiomas, fue muy importante, en este aspecto, la efectuada para la tragedia Macbeth, de Shakespeare, que debería ser publicada.
Luego de la jubilación de Agustín Siré, Pedro Orthous fue elegido director del ITUCH, cargo del que fue depuesto antes que lo asumiera debido a la reorganización universitaria de 1968; por razones de política contingente y debido a la inclusión de la compañía teatral universitaria como miembro integrante de un departamento adscrito a una facultad que pasa a denominarse de Ciencias y Artes Musicales y Escénicas; el Departamento de Teatro de la Universidad de Chile (DETUCH) incluye, también, a la Escuela de Teatro, entre otras dependencias. El suprimido ITUCH (su nombre sobrevivió como una oficina del Departamento, pues era la institución que por ley debía aprobar o rechazar, según su condición de cultural o no, la exención de impuestos de cualquier tipo de espectáculo que implicara asistencia pública con pago de entrada).
Las direcciones más destacadas que desarrolló Pedro Orthous, que figuran en los más grandes hitos del teatro chileno, fueron los siguientes: Así es… sí os parece de Luigi Pirandello (1945); Antígona de Jean Anouilh (1948); Montserrat de Emmanuel Robles (1950); Corrupción en el Palacio de Justicia de Uno Beti (1951), Fuenteovejuna de Lope de Vega (1952), El tío Vania de Antón Chéjov (1953), Noche de Reyes de William Shakespeare (1954), Fuerte Bulnes de María Asunción Requena (1955), La violación de Lucrecia de André Obey (1955), El sombrero de paja de Italia de Eugenio Labiche (1956), La verdad sospechosa de Juan Ruiz de Alarcón (1958), Macbeth de William Shakespeare (1959), El Rinoceronte de Eugène Ionesco (1961), Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen (1962), Santa Juana de George Bernard Shaw (1965), Fulgor y muerte de Joaquín Murieta de Pablo Neruda (1967), La Madre de Máximo Gorki-Bertolt Brecht (1971), Las Troyanas de Eurípides-Jean Paul Sartre (1973). Hay que agregar, para el Teatro Municipal de Santiago dirigió la ópera La médium de Gian Carlo Menotti y la obra teatral El burgués Gentilhombre de Moliére.
Las variadas circunstancias que Pedro Orthous debió vivir en los primeros años de la década de los ’70, agregado a su fragilidad física, lo enfermaron fatalmente. Un día 15 de junio de 1974, aquejado, finalmente, de un ataque de uremia, fallece en Santiago de Chile, en medio de un profundo pesar y homenaje de sus admiradores y colegas, uno de los más importantes hombres del teatro chileno del siglo XX, prestigiado internacional y que, lamentablemente, no recibió el Premio Nacional de Artes. Tenía tan solo 56 años de edad.
*Remberto Latorre es escenógrafo, diseñador teatral, dramaturgo y profesor titular jubilado de Diseño Teatral del Departamento de Teatro de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile